miércoles, 24 de octubre de 2007

...

al fin que he de perderte
¿qué más da
pues
abrigar mi beso en un beso tuyo?

* * *

cada adiós es una muertecita

una muerte pequeña

aunque a veces ni tan pequeña

yo contigo he muerto varias veces

y como que se me está acabando la eternidad

6 comentarios:

Stephen Gordon dijo...
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israel dijo...
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Anónimo dijo...

De un post anterior: "apenas obra negra la caricia".
Lo retomo porque me gustó. No busques musas, mejor mujeres verdaderas con verdades en sus dedos. Existen, unas para acariciar y otras para escribir, y esas son las verdades que nos ofrecen sus dedos. Las únicas verdades necesarias, lo demás es fe.

Chiclocentro dijo...

jajaja
me hizo reir al final!
que cosa con el comentario del anónimo!
jajaja

Chiclocentro dijo...
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Mente sin recuerdos dijo...

Chales, he tenido tantos adioses que son una pequeña muerte, para hoy me gustaría ya no morir, que se vaya quien quiera.