domingo, 29 de noviembre de 2009

pertenencia

aniquilo todas y cada una
de las enfermas dudas en mi cuerpo
y sin más decido
que he de administrar sin reparos
las pequeñas partes
de mi piel neuronal
de mi piel de fuego:
el deseo febril
la calma
el desasosiego
la lujuria
el ardor
el calor
la frenética ira
el dolor menstrual
la penosa ansiedad
el perfecto desliz
la caída letal
la vida
el día
mi sueño

sin miedos
sin cruces
con tiempo y espacio
me adueño de mi sitio
me tomo y poseo
me pertenezco
y salgo a relucirme
ante los sorprendidos ojos
del mundo al que de mí destierro

de noche, y a oscuras...

he de dormir toda la noche
y media mañana
para no sucumbir obtusa
al delirio
de otra cama

aguardando... (algo cursi para volver)

a tu breve cintura
le cuelgo mi encierro
el ansia desnuda
mi piel y el deseo
y cuento segundos
ahogando en silencio
mi brisa iracunda
mis ganas
mi fuego

te beso despacio
delgado momento
que alargo y enredo
que ato sin nudo
que suelto y detengo
que rasgo y tatúo
con fuerza en mi cuello

es tu dulce mano
que al fin me libera
de mundos bizarros
me toma y me lleva
me acuesta en tu cama
me desnuda a medias
y yo al fin te veo
y tu al fin me besas