mi padre ya
no me quiere
lo sé al
ver sus ojos que ya no miro
lo sé por
la ausencia que se endurece
como costra
del tiempo sangrante
ayer yo era
el sol
era prisma
y sombrilla
paralelo
universo estrellado
yo era un
cabrillo tembloroso
inexperto aprendiz
él era
zaguán de la noche
agua dulce
ungüento
era el
farol encendido y el pasto
pero así
como duele el silencio
como rompe
el cristal una piedra
y el pasto
se quema
y el agua
evapora
y el farol
se apaga
así fui yo piedra
dura
fui calor y
resolana
fui luz de
día sin miedo
fui mi
propio pasto y camino
tiempo
arrastrado por su propio tiempo
él entonces
dejó de
mirarme y mirar
mi silueta
de cabrillo inexperto
y se le
fueron los ojos a través del rocío
que antes
yo era
cerró el
zaguán de su pecho
apagó el
sol
cortó las
amarras
dejando que
el tiempo herido
claudicara
en sus esguinces
convirtiéndolo
en vapor
en nube
desvanecida
en recuerdo
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